El Miedo es la Cara de la Moda
Cada año, miles de millones de animales sufren y mueren por ropa y accesorios en nombre de la moda. Urban Outfitters, Anthropologie y Free People (todas marcas de Urban Outfitters Inc.) venden numerosos materiales derivados de animales, como lana, casimir, mohair, cuero, plumón y vellón de alpaca, que siempre son producto de la violencia, crueldad y miedo extremos.
Urban Outfitters vende productos que condenan a animales nobles e inofensivos a toda una vida de sufrimiento. Estas marcas necesitan que les digas que los productos derivados de animales no deberían estar apilados en estantes ni colgados en armarios, especialmente cuando existe una gran variedad de artículos de moda veganos y elegantes disponibles en el mercado, por los que nadie tuvo que morir.
Urban Outfitters, Anthropologie y Free People ya venden telas lujosas libres de animales. Entonces, ¿qué les impide retirar todos los productos derivados de animales –productos del sufrimiento extremo– de sus tiendas? Por favor, dile a Urban Outfitters que comprarás en otra parte hasta que se comprometa a vender solamente materiales veganos.
Las alpacas sufren y gritan por artículos tejidos
Una inquietante investigación encubierta de PETA reveló que, en la mayor granja privada de alpaca del mundo, que provee de lana de alpaca a Anthropologie y Free People, golpeaban, pateaban, amarraban y mutilaban a las alpacas por su lana. Las alpacas embarazadas eran lanzadas contra las mesas, mientras muchas gritaban y vomitaban asustadas. Los animales aterrorizados eran estirados en dispositivos parecidos a potros de tortura medieval y muchos quedaban con heridas profundas y dolorosas que sangraban, causadas por una esquila hecha sin cuidado.
Importantes compañías de ropa han dejado de vender vellón de alpaca tras la investigación de PETA, y no existe razón por la que Urban Outfitters no pueda tomar la misma decisión compasiva.
La lana no es ‘solo un corte de pelo’
Independientemente de en qué parte del mundo los investigadores de PETA y sus filiales internacionales hayan visitado cobertizos de esquila –ni de las afirmaciones de esos operadores sobre estándares de bienestar–, el maltrato extremo a las ovejas es desenfrenado. Las imágenes de video, compiladas en 13 exposés grabadas dentro de 116 operaciones de la industria de la lana en cuatro continentes, muestran a las nobles ovejas padeciendo golpes, pisoteos y patadas, incluso en la cara.
Los esquiladores, a quienes generalmente se les paga por volumen, en lugar de por hora, trabajan veloz y negligentemente, a menudo dejando a las ovejas lastimadas y sangrando. Los cortes profundos son suturados bruscamente y sin analgésicos.
No creas lo que dicen: la industria de la lana está basada en la explotación de animales. Podemos mantenernos abrigados con telas veganas como algodón, franela, Tencel e incluso plásticos reciclados.
No uses mohair ni casimir
Muchas grandes marcas dejaron de usar mohair después de que una inquietante investigación de PETA Asia expusiera la crueldad sistemática de esta industria.
Trabajadores de 12 granjas en Sudáfrica, donde se crían cabras de angora por mohair, fueron vistos arrastrando a las cabras por el piso, levantándolas por la cola, lanzándolas y mutilándolas con cuchillos y tijeras. Las cabras son explotadas por su pelo durante varios años, hasta que sus dientes se desgastan por una dieta deficiente y ya no pueden comer. Es cuando la mayoría es vendida para ser asesinadas de forma cruda y dolorosa en un patio trasero, mucho antes de alcanzar su esperanza de vida natural.
Y una investigación de PETA Asia sobre las operaciones de casimir en China y Mongolia encontró que las cabras gritaban de dolor y miedo mientras los trabajadores las sujetaban, les torcían las piernas y arrancaban el pelo con peines de metal afilados. A los animales heridos no les brindaban analgésicos ni atención veterinaria. Un trabajador vertió vino de arroz sobre la herida sangrante de una cabra. Cuando las cabras ya no son rentables, son arrastradas al matadero, crudamente aturdidas con un golpe de mazo en la cabeza y se desangran en el suelo.
El cuero es muy malo
El cuero es un coproducto de la industria de la carne. Esto significa que comprar zapatos, bolsos y chaquetas de cuero financia directamente el asesinato de las vacas, quienes son sociables, curiosas y nobles. Nunca usaríamos la piel de un perro o un gato, pero es igualmente incorrecto y especista usar la piel de una vaca.
Numerosas investigaciones de PETA en varios países (incluso en ranchos proveedores de JBS S.A., el mayor procesador de cuero mundial), encontraron que las vacas habitualmente son golpeadas y les aplican descargas eléctricas, y que los terneros son marcados en la cara. En India, los manejadores obligan a las vacas exhaustas a seguir caminando en el agotador y largo trayecto hacia su muerte frotándoles ajíes picantes y tabaco en sus ojos.
Muchas vacas son enviadas al matadero en largos viajes en barco y camión, donde sufren hacinamiento severo, falta de comida y agua suficientes y enfermedades. Un exposé de PETA reveló que las vacas lesionadas o débiles, que no podían caminar, eran sacadas de un barco con una grúa, con todo su peso corporal colgando de una pierna.
Usar vacas para cuero causa un sufrimiento extremo y es innecesario: las compañías con visión de futuro están produciendo cuero respetuoso con los animales y el medioambiente con uvas, manzanas, corcho y botellas recicladas.
¡No al plumón!
Investigaciones de PETA han revelado que las aves sufren inmensamente cuando son encerradas y finalmente asesinadas en la industria del plumón. Muchos gansos son desplumados vivos para que su plumón pueda ser arrancado varias veces a lo largo de sus cortas vidas. Las aves aterradas chillan al ser inmovilizadas, a veces con todo el peso de una persona sobre sus cuellos delicados.
Las etiquetas pueden hacer sentir mejor a los compradores, pero son insignificantes para las aves atrapadas en la cruel industria del plumón: algunas compañías afirman usar plumón “responsable” o de animales que “no fueron desplumados vivos”, pero investigaciones revelaron que las etiquetas con frecuencia no suelen tener sentido.
Además, todas las aves cuyo plumón es destinado a productos comerciales, finalmente son enviadas a los mataderos, donde son colgadas boca abajo, les cortan el cuello y las sumergen en agua hirviendo en el tanque de desplume.
Los gusanos de seda sufren por la seda
Los gusanos de seda pueden ser pequeños, pero como todos los individuos, valoran sus vidas y no quieren morir. Tienen un sistema nervioso central, responden a estímulos y se sobresaltan al ser sorprendidos. Sin embargo, miles de millones de estos diminutos seres son asesinados cada año al ser hervidos o gaseados vivos en el interior de sus capullos, para hacer ropa de seda.
No necesitamos la seda, especialmente desde que telas veganas como el rayón están ampliamente disponibles, así como una serie de nuevos materiales innovadores que imitan la seda.