Trabajadores golpean pitones e inflan sus cuerpos para curtiduría del dueño de Gucci
Las dos granjas de pitones que visitaron los investigadores de PETA Asia suministran pieles a Caravel, una curtiduría propiedad del conglomerado de moda Kering, la empresa matriz de Gucci, Yves Saint Laurent y otras marcas.
PET Asia también visitó una instalación en la que los cocodrilos son apuñalados con una cuchilla de metal y continúan moviéndose mientras los trabajadores les quitan la piel, solo para hacer bolsas, zapatos, cinturones y otros accesorios que se venden en todo el mundo.
Kering está apoyando el inmenso sufrimiento y las muertes horriblemente violentas de animales mientras permita que sus marcas vendan pieles de pitón, cocodrilo y otras pieles exóticas.
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Pitones enfermas y condiciones de vida asquerosas
En la naturaleza, las pitones se calientan al sol, trepan a los árboles, nadan y exploran extensas cordilleras. En dos granjas de pitones que visitaron los investigadores de PETA Asia, Closed-Cycle Breeding International (CCBI) y Sisatchanalai Python Farm, los trabajadores mantuvieron a las serpientes en cajas y jaulas pequeñas e inhóspitas, algunas estaban llenas de heces.
Para maximizar la producción, los empleados de CCBI criaron pitones hembras con tres o cuatro pitones macho diferentes en la temporada de reproducción. El propietario admitió que las pitones pueden morir por pelear entre sí durante la temporada de reproducción.
El propietario de CCBI, durante un recorrido por las instalaciones de su padre, Sisatchanalai Python Farm, también dirigió la atención de un investigador a una serpiente demacrada, señalando que probablemente “no comió durante mucho tiempo” y que “deberían deshacerse de ella… Es mejor matarla”. El dueño también dijo que a otra serpiente que no habían alojado correctamente, provocando que sus escamas se pegaran a sus ojos, deberían practicarle la eutanasia.
Además de Caravel, el propietario de Sisatchanalai Python Farm le dijo a un investigador que él le vende pieles a Gucci y Louis Vuitton.
Pitones golpeadas con martillos, empaladas en ganchos
Los investigadores documentaron que los trabajadores sujetan a las pitones por el cuello y les aplastan en la cabeza con un martillo antes de clavarles ganchos de metal en la cabeza. Para que sus pieles sean más fáciles de quitar, los trabajadores inflan a las serpientes con agua, incluso mientras continúan moviéndose. Según el Dr. Clifford Warwick, un experto en reptiles que revisó las imágenes de video, es probable que la mayoría de los animales estuvieran conscientes durante este proceso horriblemente doloroso. Luego desollaron a las serpientes.
A pesar de que no hay evidencia científica de que la hipotermia impuesta (es decir, enfriar a las pitones) tenga algún efecto significativo en la reducción de la sensibilidad o la conciencia en las serpientes, el propietario de CCBI afirmó que sus trabajadores pusieron a las pitones en una habitación refrigerada durante un día antes de matarlas.
Según el propietario, CCBI confinó a unas 15 000 pitones en el momento de la investigación en una operación masiva de granjas industriales, una de las más grandes que PETA Asia ha investigado. Mata aproximadamente 2000 serpientes durante su temporada alta, matando normalmente entre 20 a 30 pitones al día. El propietario le contó a un investigador sobre el contrato de Caravel para que la granja suministre 5000 pieles en 2024.
La complicidad de Kering en el sufrimiento de las serpientes
A pesar de la documentación indiscutible de maltrato en las instalaciones que suministran pieles exóticas a Kering, incluida la investigación de 2021 de PETA Asia sobre un matadero en Indonesia que le proporciona a Gucci pieles de lagarto, la compañía continúa promocionando sus Estándares de Bienestar Animal, que especifican que los animales deben tener “espacio para moverse libremente” y ser “manejados para promover una buena salud y tratados de inmediato si se descubre una enfermedad o lesión”. Las normas también exigen un “trato humanitario para el final de la vida”. Las investigaciones de Asia demostraron que las afirmaciones de que se respetaban estos estándares eran falsas.
Los trabajadores apuñalaron a los cocodrilos y los desollaron vivos
Los investigadores de PETA Asia también visitaron Phokkathara Crocodile Farm and Live Show en Tailandia.
El dueño de esta granja afirmaba poseer 4000 cocodrilos. Estos reptiles se mantienen en fosas de agua turbia, en lugar de ser libres de explorar pantanos, tomar el sol y criar a sus crías como lo harían en la naturaleza. Los charcos sucios son caldos de cultivo para enfermedades, y mantenerlos en confinamiento estrecho puede provocar agresión entre animales estresados.
Un trabajador empleó un método rudimentario de “apuñalar en la nuca” para matar a un cocodrilo, intentando cortar la médula espinal y probablemente causándole un dolor extremo y una muerte lenta y agonizante. Las piernas de este animal continuaron moviéndose durante al menos 23 minutos después de que el trabajador le clavara violentamente una cuchilla de metal en el cuello. La evaluación científica sugiere que los cocodrilos pueden permanecer vivos y conscientes durante más de una hora y media después de sufrir tales lesiones.
¡Marca la diferencia para las serpientes y los cocodrilos ahora mismo!
PETA y las entidades internacionales de PETA han expuesto repetidamente la crueldad en el comercio de pieles exóticas en tres continentes, que incluye bombear serpientes con aire comprimido y revolver los cerebros de los aligátores con barras de metal.
Por favor, no apoyes este sufrimiento. Nunca compres nada hecho con pieles de animales. Con tantos materiales veganos humanitarios y ecológicos disponibles hoy en día, no hay excusa legítima para seguir usando o vendiendo pieles exóticas.
Pídele a Kering que abandone las pieles exóticas
Las “normas humanitarias” no tienen sentido y no son más que una excusa para continuar con el cruel ciclo de maltratos y matanzas. Cada accesorio hecho con pieles de reptiles representa enorme dolor y sufrimiento para estos animales complejos, que solo quieren que los dejen en paz.