Un nuevo video exposé de PETA Asia del productor líder de cerdo de Japón, Nippon Ham, revela que los lechones y sus madres padecen un abuso horroroso allí. Si bien la compañía afirma preocuparse por la felicidad humana y la “alegría de comer”, es obvio que no le preocupa el bienestar animal. Los cerdos que son criados y asesinados para comida no están alegres ni sienten nada que haga que valga la pena vivir.
Sus vidas están llenas de dolor y sufrimiento. Los trabajadores en Nippon Ham agarran a los lechones de sus sensibles orejas y los lanzan como objetos inanimados. Aquellos que no son considerados “rentables” porque son demasiado pequeños o están demasiado enfermos, terminan botados como si fueran basura. Los trabajadores a menudo los lanzan y golpean sus cabezas contra el piso del concreto o les inyectan desinfectante de superficies en el corazón para matarlos. Un lechón se retorcía de dolor durante cinco minutos después de que un trabajador lo envenenara de esta manera. Otro languideció una hora y finalmente murió después de que un trabajador golpeara su cabeza contra el piso de concreto.
Los lechones en Nippon Ham son separados de sus madres cuando tienen apenas 22 días de vida, como en la mayoría de las granjas que explotan cerdos. Los trabajadores los castran y les cortan la cola sin analgésicos. Un trabajador fue captado en cámara cortándole el escroto a un joven cerdo y arrancándole los testículos con los dedos.
Sufrimiento y Nadie a Quien Acudir en Nippon Ham
Las cerdas madre son forzadas a pasar la mayoría de sus miserables vidas encerradas en jaulas de metal tan pequeñas que ni siquiera pueden darse vuelta. Sus músculos se atrofian y están permanentemente rígidas y doloridas. No tienen opción más que orinar, defecar, comer y dormir en la misma jaula estrecha. Incluso se vio a trabajadores golpeándolas con una pieza pesada de la estructura de metal.
Las cerdas madres traumatizadas padecían viendo a sus lechones sufrir frente a ellas. Sus bebés chillaban y se revolcaban violentamente mientras los trabajadores los castraban o les cortaban la cola con crudeza, y las cerdas madre nada podían hacer para evitarlo.
Los Animales Nacen Para Padecer Maltrato en Nippon Ham
Miles de cerdas madre son confinadas y reiteradamente violadas a través de la inseminación artificial. Tienen camada tras camada de lechones, quienes son separados de ellas para ser criados para carne o reproducción. Cuando las cerdas madre no son forzadas a vivir en sucias granjas industriales y están por dar a luz, hacen un nido en la tierra y lo cubren con césped y hojas suaves. Pero en Nippon Ham, las cerdas embarazadas tienen que estar paradas sobre incómodas rejillas metálicas. Tras estar encerradas las 24 horas durante varios años y tras las frecuentes inseminaciones y embarazos, terminan agotadas y son enviadas al matadero.
Tú Puedes Ayudar a Detener la Crueldad Hacia los Cerdos
En todo el mundo, la crueldad es generalizada: tratan a los animales como mercancía en vez de tratarlos como seres vivos con sentimientos. Nadie necesita comer jamón, tocino, salchicha ni ninguna otra comida derivada de animales, existen sabrosas opciones veganas en la mayoría de los restaurantes, tiendas y cafeterías hoy día. Es más fácil que nunca dejar a los cerdos y otros animales fuera de tu plato.
¿Ayudarás a los cerdos al no comprar cerdos ni ninguna otra comida derivada de animales?