URGENTE: Vacunos Australianos Descuartizados Vivos en Mataderos Indonesios
Actualización (10 de abril): Cuando los investigadores de PETA Asia ingresaron a los mataderos en Indonesia en 2021, encontraron trabajadores matando violentamente al ganado australiano allí. La industria de la carne australiana “exporta animales vivos”, o envía vacas al extranjero a países con regulaciones más débiles en los mataderos, como Indonesia, para maximizarganancias. Indonesia prácticamente no tiene leyes de protección animal, por lo que los trabajadores a menudo matan vacas con métodos baratos y dolorosos, como los que se muestran en las nuevas imágenes, que son ilegales en Australia. A pesar de las medidas del Sistema de Garantía de la Cadena de Suministro de Exportadores (ESCAS, por sus siglas e inglés) implementadas por el gobierno australiano, nuevas imágenes de un informante obtenidas por PETA Asia confirman que todavía se matan salvajemente animales australianos en Indonesia.
Las imágenes de seguimiento de PETA Asia muestran a trabajadores arrastrando y descuartizando vacas que aún estaban conscientes, así como dos vacas con etiquetas australianas en las orejas retorciéndose de dolor en el suelo de un matadero después de que los trabajadores les cortaran la garganta.
Si el Gobierno no actúa para detener esta crueldad hacia las vacas, ¿qué puedes hacer tú como individuo?
Originalmente publicado el 6 de noviembre de 2021:
Escenas escalofriantes de maltrato a animales australianos han sido documentadas en mataderos indonesios este año, motivando nuevas quejas contra la industria de la exportación de animales vivos de Australia.
Las imágenes son una visión desgarradora del comercio que provee de carne a los peligrosos mercados húmedos y de piel a la industria internacional del cuero. Algunas de las instalaciones visitadas por los investigadores de PETA Asia son parte incluso del Sistema de Garantía de la Cadena de Suministros para Exportación (ESCAS, por sus siglas en inglés) del Gobierno australiano, despejando así todas las dudas acerca de la inacción del Gobierno.
En el mismo mes exacto que este maltrato ocurrió, Mark Harvey-Sutton, CEO del Consejo Australiano de Exportadores de Ganado (ALEC, por sus siglas en inglés), expresó su “plena confianza en las normas mantenidas por la industria australiana”. Mira las imágenes y fíjate si puedes decir lo mismo. Si no es así, ¡deja de comprar cuero hoy mismo!
Aturdimiento torpe o inexistente
En abril y mayo de 2021, investigadores de PETA Asia visitaron siete mataderos en Indonesia seleccionados al azar.
Hallaron cabestros y toros siendo forzados a ingresar a cajas de aturdimiento y baleados en la cabeza con pistolas de perno cautivo, en un intento de evidentemente aturdirlos antes de que les cortaran la garganta. Pero los vacunos a menudo estaban plenamente conscientes de lo que les estaba sucediendo. Golpeaban sus cuerpos contra la rampa de metal en la que estaban atrapados, intentando en vano darse vuelta y escapar.
En reiteradas oportunidades, los trabajadores no aturdían a las vacas apropiadamente. Estando claramente consciente tras ser baleado en la cabeza, un cabestro fue golpeado 64 veces en la cara y el torso con una varilla de acero para forzarlo a ponerse nuevamente de pie para que pudieran dispararle nuevamente.
Le doblaban permanentemente el rabo hasta que el trabajador informó que los huesos del mismo estaban todos fracturados. En un último intento por moverlo, le tiraron del rabo fracturado 12 veces.
Y también había algunos a quienes ni siquiera se intentaba aturdir. Algunos vacunos eran simplemente inmovilizados antes de cortarles la garganta, que, créase o no, es un método de matanza aprobado por el Gobierno australiano.
En su sitio web, ALEC se ufana de que el 95% de los vacunos australianos en Indonesia son ahora aturdidos antes de ser asesinados. Pero según lo que vieron los investigadores, ese no es el caso.
Los animales siguen sintiendo dolor y teniendo dificultad para respirar tras los malos intentos de aturdimiento
Los trabajadores de mataderos tiraban agresivamente del rabo de los animales o se paraban sobre los mismos, aparentemente en un crudo intento para controlar si estaban conscientes. Algunos animales seguían pateando, pero eran asesinados sin ningún intento posterior de dejarlos inconscientes.
Cabestros que seguían moviéndose, y cuyas cabezas aún colgaban de una tira de carne tras cortarles la garganta, eran colgados por el cuello en ganchos de metal. Sus piernas seguían agitándose mientras los animales eran arrastrados a través del piso ensangrentado y luego elevados.
Los investigadores vieron a animales pestañear luego de que les cortaran el cuello y buscando aire mientras la sangre les inundaba las vías respiratorias. Algunos sufrieron de esta manera por hasta 12 minutos tras ser baleados con una pistola de perno cautivo.
Monica K.H. Bando, veterinaria con más de 13 años de experiencia clínica y de investigación, dijo que las imágenes captadas por los investigadores describían “violaciones atroces de estándares aceptables de bienestar animal para el ganado”, incluyendo “(…) instalaciones mediocremente diseñadas, condiciones de insalubridad, mal manejo de animales, métodos de inmovilización que provocan estrés y angustia, falta de aturdimiento y aturdimiento ineficaz y métodos de matanza no humanitarios”.
10 años de llamadas de atención
Trabajadores les dijeron a los investigadores que las vacas que eran asesinadas provenían de Australia, y la mayoría tenía en sus orejas la etiqueta del Sistema Nacional de Identificación de Ganado de Australia.
Estos son apenas un porcentaje minúsculo de los millones de víctimas animales del comercio de exportaciones de animales vivos de Australia. Este país exportó más de 1,8 millones de animales en 2020, la gran mayoría fueron vacunos.
Ya hace una década que la crueldad en el comercio de las exportaciones de animales vivos fue expuesta por Animals Australia en el programa Four Corners de la televisión nacional, después de lo cual se estableció un programa de trazabilidad, el Sistema de Garantía de la Cadena de Suministros para Exportación.
El programa no ha provisto ningún tipo de “garantías”. De hecho, ha sido un fracaso colosal. Se suponía que detendría este tipo de crueldad, pero no lo ha hecho. Ha habido 184 reportes de incumplimiento (solo reportes, el número de incidentes sería mucho mayor) desde que se estableció.
Cuando se grabaron estas imágenes, el Departamento de Agricultura de Australia seguía investigando las quejas de crueldad de Animals Australia de 2020 contra los mataderos indonesios.
Tus acciones son importantes
El gobierno australiano debería estar preparándose para un futuro sin exportaciones de animales vivos, pero no lo está haciendo. Cada nuevo exposé es “impactante” para aquellos en el poder, sin embargo, al público no lo sorprende. Cuando los animales son hacinados en buques como si fueran mercancías sin vida y vendidos para ser asesinados, ¿cómo podemos esperar que sean tratados como si su dolor importara?
Entonces, debemos encontrar una solución desde la perspectiva del consumidor. Si el gobierno no actúa, ¿qué puedes hacer tú como individuo?
La industria de las exportaciones de animales vivos es la industria de la carne y el cuero. Y, dado que el cuero producido en Indonesia es exportado internacionalmente, podrías estar vistiendo o estar sentado sobre la piel de los mismos animales que acabas de ver retorcerse de dolor. Investigadores de PETA Asia hallaron que las pieles de algunos vacunos australianos eran vendidas a una marca de moda que exporta zapatos de cuero a todo el mundo.
Si sigues comprando la carne o piel de animales, le envías el mensaje a los productores de que la industria es aceptable y tiene un futuro sustentable. Tú puedes cambiar el mercado y la vida de los animales cada vez que abres tu cartera. Este es el momento de tomar responsabilidades individuales y actuar.
Ayuda a las vacas nunca comiendo su carne, bebiendo su leche ni comprando cuero.
Actúa y dile a Urban Outfitters que se comprometa únicamente con la moda libre de animales para todas sus marcas.