PETA a los NIH: Los Animales Sienten Dolor y Alegría, Dejen de Experimentar con Ellos

Un nuevo reporte de PETA señala que más de 2.500 estudios demuestran que los otros animales sienten dolor, miedo, alegría y amor. Los experimentos en animales deben terminarse ya.

Las ratas ríen cuando les hacen cosquillas. Las ovejas pueden mostrar decepción. Las cabras pueden ser optimistas. Los pulpos tienen juegos favoritos.

Quien haya compartido su vida con perros, gatos u otros animales no necesita 2.500 estudios para saber que, al igual que los humanos, los demás animales tienen sentimientos. Pero la evidencia es abrumadora: sienten emociones que van desde alegría y felicidad, a profunda tristeza y dolor por la muerte de otros, además de empatía, celos y resentimiento. Incluso pueden sufrir de estrés postraumático.

Pero decenas de millones de animales son usados cada año en experimentos dolorosos e invasivos antes de ser asesinados sin dudar, a pesar de que sabemos que los animales tienen la capacidad de tener vidas plenamente emocionales.

La evidencia de las emociones de los animales es tan convincente que la primatóloga y etóloga Dra. Frans de Waal ha declarado: “Yo no puedo nombrar ninguna emoción que sea únicamente humana”.

 

PETA publica reporte sobre la sintiencia y emocionalidad animal

Los científicos de PETA son los autores de un reporte acreditado que compila evidencia de docenas de estudios –algunos financiados por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés)– que demuestran la sintiencia a lo largo de todo el reino animal, desde mamíferos, aves, peces, cefalópodos (como los pulpos), y decápodos (como los cangrejos y langostas). El reporte explora la desconexión cognitiva generalizada que existe en la comunidad de experimentación animal. Muchos experimentos conductuales y psicológicos en los que se utilizan animales asumen que tienen emociones al igual que los humanos, sin embargo, los experimentadores niegan la validez del trauma y el sufrimiento de los otros animales. Cada vez que los NIH financian un estudio que los utiliza, ignora su propia ciencia que demuestra que sienten emociones.

El reporte concluye que, puesto que los otros animales tienen emociones al igual que los humanos, no es ético someterlos al trauma y angustia emocional de la experimentación.

PETA hace un llamamiento a los NIH a que preste atención a la indiscutible evidencia (recabada de investigación que la misma agencia ha financiado) de que otros animales sienten emociones complejas y que actúe conforme a esta evidencia acabando con su uso de animales en experimentos ahora mismo.

¿Lo sabías? ¡Todos somos animales y todos tenemos sentimientos!

© iStock.com/Inessal

Las ratas y los ratones son algunos de los animales más ampliamente utilizados en experimentos en el mundo. Estos animales muy sociales se comunican con el tacto, el olfato y el sonido a altas frecuencias. Las ratas muestran empatía y altruismo al igual que los humanos. Ríen y saltan de alegría cuando les hacen cosquillas, demuestran remordimiento por malas decisiones y dejarán de lado premios por ayudar a otras ratas que lo necesitan. Los ratones macho seducen a sus parejas con canciones de amor de notas altas, y las madres defienden a sus bebés con valentía. Pero en los laboratorios, los experimentadores les niegan la oportunidad de vivir como desean y merecen. Ayuda a las ratas y ratones usados en experimentos.

© iStock.com/George Clerk

Las ovejas no solo reconocen rostros conocidos en fotos, sino que las fotos también las reconfortan cuando están estresadas. Las ovejas muestran una variedad de emociones, incluyendo aburrimiento, enojo, asco y felicidad y muestran decepción cuando no reciben las recompensas que anticipaban. Sin embargo, los vivisectores abren a miles de ellas cada año.

Cuando las cabras fueron rescatadas de la negligencia mostraron optimismo, lo cual demuestra no solo su habilidad de reconocer que su situación ha mejorado, sino también esperanza en el futuro. Pero los experimentadores las tratan como sujetos de experimentación en lugar de considerarlas seres pensantes y con sentimientos.

¿Viste que cuando ves a alguien bostezar tú bostezas también? Este bostezo contagioso también les pasa a las aves, y es un signo de empatía. Se ha observado a muchas especies de aves jugando. Los cuervos grajos juegan de manera organizada, una interacción social compleja que demuestra empatía. Los estorninos y gorriones muestran respuestas emocionales cuando escuchan a otras aves cantando. Los cuervos cornejos y las charas californianas hacen funerales y lamentan a sus muertos, igual que los humanos. Las gallinas se entristecen cuando sus polluelos se estresan, y harán todo lo posible por consolarlos. Sin embargo, en los laboratorios de universidades, los trabajadores secuestran gorriones, cuervos cornejos y otras aves de sus hábitats naturales, los atormentan y los asesinan.

Los peces vinculan las experiencias con su memoria, consideran la secuencia de sus acciones y muestran distintos rasgos de personalidad. Pero el pez cebra, la trucha arcoíris, el pez dorado y otros animales marinos están condenados a vivir en laboratorios en los que los vivisectores les perforan las cabezas y envenenan sin tener en cuenta quiénes son.

Los cangrejos ermitaños son conscientes del dolor y, como los humanos, pueden sopesar el costo y beneficio de sus decisiones. Estudios han demostrado que tolerarán descargas eléctricas dolorosas más intensas para mantener las conchas protectoras más espaciosas y protectoras, mientras que huirán rápidamente de las conchas menos deseables para ellos cuando son sometidos a descargas dolorosas. Como todos los crustáceos, deberían ser dejados en paz en lugar de ponerlos en entornos antinaturales en laboratorios.

Los pulpos tienen preferencias definidas cuando se trata de la gente que les cae bien, y la que no, y se ha sabido de pulpos que echan chorros de agua a experimentadores cuando se les acercan. Juegan y muestran una variedad de emociones a través de cambios en la coloración y patrones de piel. Los pulpos han ideado planes audaces para escapar de acuarios, planean estrategias de escape cuando saben que no están siendo observados de cerca. Las sepias, parientes cercanos de los pulpos, tienen sueños a nivel REM y pueden soñar al igual que los humanos. Estos seres fascinantes deberían ser respetados, no usados en experimentos.

© iStock.com/Wanda Embar

Los cerdos tienen juegos complejos, organizan juegos con juguetes y otros animales, y han mostrado que pueden entender la perspectiva de otro. Los experimentadores los cortan y les queman la piel como si fueran objectos, pero los cerdos merecen autonomía y libertad.

NIH: devuélvanle lo “humano” a la “humanidad”

Una tendencia global está emergiendo en el panorama político mientras cada vez más áreas del mundo reconocen que nuestros congéneres animales tienen la capacidad de sentir. Muchos países, incluyendo Francia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia y Tanzania han reconocido explícitamente la sintiencia de los animales en sus leyes federales. La capital belga de Bruselas reconoció que los animales son seres vivos “dotados de sensibilidad, intereses [propios] y dignidad, [que disfrutan] de protección especial”, y Oregón ha emitido una declaración que dice que los animales “son seres sintientes capaces de sentir dolor, estrés y miedo”. Otros estados han considerado legislaciones que reconocen el valor intrínseco de los animales.

El único camino humanitario, ético y moral del futuro es acabar con la experimentación en animales.

Las personas que dicen ser científicos, deben actuar conforme a la ciencia. Al negarse a aceptar el hecho innegable de la sintiencia animal, los experimentadores en animales –y las agencias como los NIH que los financian– se están quedando atrás. Los métodos arcaicos que usan animales –cada vez más rechazados por el público por su inmoralidad– se deben acabar y debemos optar totalmente por métodos relevantes a los humanos como los órganos en chips, organoides, bioimpresiones 3D y bioinformática que producen información que realmente hace avanzar a la ciencia.

Diles a los NIH que presten atención a la ciencia de la sintiencia animal, incluyendo la propia, y dejen de conducir y financiar experimentos en animales.

Escribir una carta y asunto con tus propias palabras ayudará a que presten atención a tu e-mail.

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