Laboratorio colombiano autorizado a operar mientras se apilaban cadáveres
Actualización (14 de junio de 2024): ¡Buenas noticias! Con base en la denuncia de PETA, la Fiscalía de Colombia abrió una investigación en contra del asqueroso laboratorio de Manuel Elkin Patarroyo donde monos padecieron muertes espantosas. Ahora necesitamos que el gobierno del país prohíba el secuestro de monos para ser usados en inútiles experimentos biomédicos.
Publicado originalmente el 4 de junio de 2023:
PETA obtuvo documentos que evidencian que el maltrato y la negligencia en un laboratorio colombiano causaron la muerte de 47 monos –la mayoría de ellos miembros de una especie ahora en peligro de extinción– en solo 14 meses. Mientras los cadáveres aumentaban y una regulación tras otra era ignorada, la agencia ambiental regional encargada de supervisar el laboratorio no hizo nada para evitar esta tragedia.
Este es el segundo laboratorio colombiano que PETA ha sacado a la luz en donde los monos se han convertido en víctimas. Necesitamos tu ayuda para presionar al gobierno de Colombia para que investigue estas atroces irregularidades y actúe de inmediato para evitar que los monos sean arrancados de sus hogares nativos para ser usados en arcaicos e inútiles experimentos biomédicos.
Por favor, ACTÚA a continuación.
Esta es la evidencia que PETA obtuvo
La Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (FIDIC) ignoró numerosas regulaciones ambientales, de bienestar animal y de salud pública con aparente impunidad porque la agencia regional encargada de hacer valer la ley no cumplió con su función.
El laboratorio usó monos, ahora en peligro de extinción, en experimentos de COVID-19 sin contar con el permiso requerido y les negó atención veterinaria. Algunos animales padecieron muertes dolorosas a causa de sepsis o tétanos. Otros fueron encontrados muertos en las jaulas, con signos de violencia, tras haber sido atacados por otros monos estresados a raíz del confinamiento.
Los documentos obtenidos por PETA indican que 47 monos (el 12 % del total de animales enjaulados allí) murieron entre marzo de 2021 y mayo de 2022. Pero solo se les realizaron autopsias a unos pocos para determinar la causa de muerte.
De forma inexplicable, los experimentadores reportaron que 18 de estos animales murieron por “broncoaspiración”, es decir que quizás se ahogaron con comida, agua o su propia saliva. Otros nueve murieron supuestamente por ataques cardíacos. El personal nunca investigó estas muertes. Otros monos murieron por “canibalismo”, “hipotermia” o “estrés por calor”.
Un mono murió de una “hemorragia grave” causada por una fractura en el brazo que no fue tratada durante días.
Como si hicieran falta más pruebas para demostrar el desastre que es este laboratorio, 19 monos escaparon a través de hoyos en las paredes y el techo de las áreas de confinamiento.
Los documentos también parecen indicar que ningún empleado estaba presente cuando la mayoría de los monos murió y que los decesos se registraron solo cuando los cuerpos sin vida fueron encontrados. Este laboratorio, que confinó a cientos de monos, operó sin un veterinario durante siete meses en 2021, en violación de las normas locales.
Una inspección realizada al laboratorio en 2021 reveló que 66 monos se arrancaron el pelo y tenían parches de piel desnuda, 48 tenían bajo peso y cuatro presentaban problemas oculares. Meses después, más de la mitad de los monos confinados allí mostraba signos de desnutrición y tenía otros problemas serios de salud.
Los experimentos en monos han sido un fracaso
Manuel Elkin Patarroyo, fundador y director de FIDIC, ha experimentado en animales durante décadas, supuestamente para desarrollar una vacuna contra la malaria. Sus experimentos en miles de monos solo han dado como resultado sufrimiento y muerte. Por lo demás, han sido un completo fracaso.
¿Dónde están las autoridades?
Este infierno, ubicado a orillas del río Amazonas, es el segundo laboratorio decrépito en Colombia donde PETA ha evidenciado el maltrato sistemático de animales.
En 2023, nuestra investigación sobre el Centro de Investigación Científica Caucaseco llevó al rescate de todos los animales confinados allí y la imputación de cargos por delitos ambientales contra los experimentadores. Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., que le dieron a este laboratorio millones de dólares, dejaron de financiarlo. Los dueños de Caucaseco también secuestraron monos en sus hogares nativos –una práctica que es legal en Colombia– para someterlos a inútiles y crueles experimentos biomédicos.
Hipocresía en acción
En octubre de este año, Colombia será la sede de la principal conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad, la COP16. El país ganó el codiciado lugar como anfitrión presumiendo sobre su compromiso de proteger la biodiversidad y convertirse en una “potencia mundial de la vida”.
Como dijo un funcionario de la ONU en una entrevista reciente: “Es importante que Colombia predique con el ejemplo en la COP16”.
Estamos totalmente de acuerdo. Colombia debería comenzar por poner su casa en orden y tomar medidas concretas contra la experimentación biomédica cuestionable que le arrebata a sus bosques la vida que dice valorar.
Qué puedes hacer
Por favor, ACTÚA y exígele al gobierno colombiano que investigue las irregularidades de este laboratorio, ponga fin al secuestro de monos de sus hábitats forestales, y a reforzar para experimentos biomédicos cuestionables, y fortalezca los mecanismos institucionales para hacer cumplir la ley.
Puedes hacerlo enviando comentarios respetuosos a los funcionarios en las siguientes direcciones de correo electrónico. Simplemente copia esas direcciones y pégalas en el campo de destinatario de tu correo electrónico: