Dejan Pudrir a las Gallinas en Granjas Proveedoras de Happy Egg Co.
La compañía británica Happy Egg Co., propiedad de Noble Foods, es uno de los mayores productores de huevos “de campo” del Reino Unido. PETA UK visitó tres granjas que proveen de huevos a la marca, que son vendidos en todos los grandes supermercados del Reino Unido.
Mientras que el material de marketing de la compañía describe gallinas felices que deambulan por vastos campos verdes, la filmación de PETA UK cuenta otra historia diferente. Mira cómo viven realmente las gallinas llamadas “de campo” que son explotadas en las granjas.
Hacinadas
A pesar de que las aves no estaban enjauladas, estas gallinas falsamente señaladas como “de campo” tenían en realidad poco “campo” para recorrer al estar dentro de cobertizos abarrotados. Estas condiciones de hacinamiento pueden evitar que las gallinas tengan un comportamiento natural, como buscar comida, batir las alas y descansar cómodamente.
Además, a las gallinas en las granjas proveedoras de Happy Egg se les proveía solo el enriquecimiento mínimo (elementos con la intención de estimular sus mentes agudas). Solo les proporcionaban dos “elementos de enriquecimiento” por cada 1.000 aves –una botella plástica y un fardo de heno– a los que la mayoría de ellas ni siquiera podían acceder.
Nada de pasturas verdes y ondulantes
El material de marketing de la empresa representa escenas idílicas en las que las gallinas tienen acres de campos verdes, salpicados de arbustos y árboles, para explorar. Sin embargo, el espacio al aire libre filmado en una granja consistía en nada más que un terreno desnudo y enlodado con solo unos pocos refugios de madera deteriorados. Un entorno tan desolado es poco atractivo para estos animales de presa naturalmente cautelosos, por eso pocas gallinas fueron filmadas aventurándose fuera del cobertizo, y mucho menos buscando comida en el follaje o posándose en los árboles, como afirma Happy Egg Co que hacen.
Mutiladas y lisiadas
La mayoría –si no todas– las aves filmadas en granjas proveedoras de Happy Egg Co. tenían partes del pico cortadas, lo que se conoce como “despique”. La punta del pico es extremadamente sensible y su recorte puede causar un dolor agudo y crónico. También puede causarles neuromas, que son tumores en los tejidos nerviosos que pueden provocar un dolor persistente de por vida.
Esta mutilación se realiza para tratar de que las gallinas no se picoteen entre sí o incluso a ellas mismas, algo común en condiciones que impiden que las aves se comporten de forma natural. A pesar del amplio despique, la filmación de PETA UK muestra que algunas aves estaban prácticamente sin plumas. Otras tenían la piel en carne viva y heridas ensangrentadas.
Explotadas y descartadas
Las gallinas silvestres ponen de forma natural entre 10 y 15 huevos por año y solo durante la época de cría. Las gallinas en las granjas de huevo han sido criadas selectivamente y manipuladas fisiológicamente para producir cantidades anormalmente altas de huevos. Producir tantos huevos tiene un alto precio para el cuerpo de las gallinas. Cuando tienen alrededor de 18 meses, su producción de huevos disminuye y son enviadas al matadero.
Huevos viles, no felices
Happy Egg Co. se presenta de una manera brillante y alegre para engañar a los consumidores haciéndoles creer que sus productos provienen de “gallinas felices”. Toda una sección de su sitio web está dedicada a la afirmación absurda de que las gallinas son “felices”.
En realidad, las gallinas que PETA UK filmó, viven en cobertizos sucios y abarrotados y son rutinariamente sometidas a dolorosas mutilaciones. Por eso están estresadas y frustradas y pueden picotearse entre ellas hasta que su piel queda roja, en carne viva y sangrando.
Las gallinas son animales inteligentes, sensibles y sociales, que necesitan acicalar las plumas, tomar baños de polvo, descansar por la noche para sentirse seguros y pasar bastante tiempo buscando comida y explorando. Debido a que no pueden transpirar, se refrescan sumergiendo sus picos en agua fría o batiendo sus alas. Las gallinas en las granjas proveedoras de Happy Egg Co. que PETA UK visitó, no pueden hacer esto, lo que les provoca una tremenda angustia psicológica y física.
Esta última investigación muestra que cada vez que los animales son usados con fines de lucro, siempre sufren.
Qué puedes hacer
Que no te engañen. La única etiqueta que garantiza que un producto es respetuoso con los animales es la etiqueta “vegano”. La mejor forma de ayudar a las gallinas es dejar de comer huevos. Existen muchos sustitutos fabulosos del huevo que te permiten seguir comiendo fácilmente tus comidas favoritas, simplemente intercambiando unos pocos ingredientes. Los reemplazos veganos del huevo se consiguen en supermercados y tiendas de alimentos saludables y contienen todo lo que buscas en un huevo sin ninguna crueldad.