Crueldad a sangre fría
Cada año, millones de cocodrilos, aligátores, lagartos, serpientes y otros animales silvestres son torturados y asesinados en la industria de las pieles exóticas. Las carteras, cinturones, bolsas y otros accesorios fabricados con su piel robada se venden por más de decenas de miles de dólares, pero a los animales les cuestan todo.
A lo largo de los años, las entidades de PETA y otros defensores de los animales han destapado una y otra vez el secreto comercio de pieles exóticas. Estamos sacando a la luz sus prácticas ocultas, pero necesitamos tu ayuda para poner fin a la violencia. Mira tú mismo algunas de las víctimas del comercio de pieles exóticas y luego actúa para ayudar a proteger a los animales de muertes atroces.
Ellos solo quieren vivir en paz
Investigadores rastrearon a productores de pieles exóticas en todo el mundo: esto es lo que encontraron
Los trabajadores en las operaciones de matanza de serpientes usan aire o agua para inflar a los reptiles hasta matarlos, lo que hace que sea más fácil arrancarles la piel. El aturdimiento, cuyo objetivo es dejarlos inconscientes, a menudo se realiza de forma incorrecta, lo que les provoca un dolor insoportable mientras los desuellan vivos.
Los trabajadores cortan cruelmente serpientes de un extremo al otro. Debido a su lento metabolismo, pueden pasar semanas, sin duda llenas de agonía, hasta que mueran.
Los criadores de cocodrilos y aligátores encierran a estos animales en recintos sucios y áridos desde el nacimiento hasta la matanza. Los trabajadores les niegan sus necesidades básicas, como agua limpia, atención veterinaria y la libertad que disfrutarían en la naturaleza.
Un investigador de PETA encontró aligátores todavía moviéndose en un baño de hielo después de que los trabajadores intentaron matarlos, lo que significa que podrían haber estado vivos, con un dolor insoportable, ahogándose o muriendo de hipotermia.
Un investigador de PETA Asia documentó cómo unos trabajadores aplicaban descargas eléctricas a cocodrilos (aunque no hay pruebas fehacientes de que esto los vuelva insensibles al estrés o al dolor) y luego intentaban matarlos cortándoles el cuello e introduciéndoles varillas de metal en la columna.
En Indonesia, PETA Asia descubrió que los trabajadores les ataron las piernas a lagartos cautivos y luego golpearon a los animales que luchaban y los decapitaron (un proceso que implicó cortarles la cabeza con hasta 14 golpes de machete) sin siquiera dejarlos inconscientes primero.
Cuando los investigadores de PETA localizaron al mayor proveedor de piel de avestruz del mundo, descubrieron que era un infierno. Se documentó cómo los trabajadores maltrataban a las avestruces aterrorizadas desde el transporte hasta el matadero. Una vez que obligaron a las aves a entrar en el matadero, las inmovilizaron a cada una, las aturdieron con electricidad y luego les cortaron el cuello a la vista de sus compañeros de bandada.
La tendencia está cambiando
Mientras seguimos exponiendo la crueldad inherente al comercio de pieles exóticas, la comunidad de la moda está empezando a adoptar una postura en contra. La Semana de la Moda de Helsinki, la Semana de la Moda de Melbourne y la Semana de la Moda de Estocolmo han prohibido las pieles exóticas en sus pasarelas, y eso es solo el comienzo.
Marcas de moda de renombre también están abandonando las pieles exóticas, incluidas Chanel, Tommy Hilfiger, Calvin Klein, Diane von Furstenberg, Victoria Beckham, Jil Sander, Vivienne Westwood, Tory Burch, Brooks Brothers y Nordstrom.