Exponiendo la crueldad despiadada en la industria de las ancas de rana
Investigadores de PETA Asia descubrieron una despiadada crueldad contra numerosos proveedores de ancas de rana en Indonesia, el mayor exportador de ancas de rana del mundo. Si ves ancas de rana en un menú, piensa en esto:
Desde sacos repletos de ranas que se asfixian hasta agonizantes métodos de matanza, los hallazgos de PETA Asia muestran cómo las ranas sufren antes de llegar a los platos de las personas en Europa y otros lugares.
Las ranas son conocidas por sus piernas palmeadas y sus saltos excepcionales, pero estos fascinantes y sensibles animales tienen muchas otras características notables. Muchas especies de ranas son padres comprometidos (e ingeniosos) y tienen una variedad de personalidades que van desde audaces o cautelosas hasta relajadas o pacíficas.
Al igual que los humanos, las ranas sienten dolor y miedo. No quieren que las saquen de sus hogares y las maten; sin embargo, entre marzo y mayo de este año se enviaron casi 322 toneladas de ancas de rana desde Indonesia a la Unión Europea. PETA les está pidiendo a todos que dejen de comer ancas de rana o cualquier otra cosa extraída de un animal.
Las investigaciones de la entidad de PETA exponen la crueldad hacia las ranas
Un video de PETA Asia documentó que los trabajadores toman ranas de la naturaleza y las meten en sacos repletos de ellas, en los que pueden permanecer durante dos días agonizantes, lo que provoca que muchas se asfixien y mueran.
El video muestra a un empleado arrojando ranas vivas al suelo mientras clasifica las vivas y las muertas. Trabajadores cortaban con cuchillos la cabeza y los pies de las ranas. Algunas cabezas eran completamente cortadas, mientras que otras eran solo parcialmente cortadas. Algunos trabajadores también les cortaban los pies a las ranas antes de cortarles la cabeza.
Muchas ranas seguían vivas y moviéndose cuando los trabajadores les arrancaban la piel. Los investigadores documentaron que las ranas abrían y cerraban la boca tras la decapitación y que sus cuerpos sin cabeza se movían durante minutos después de ser asesinadas.
Este infierno para las ranas no es un caso aislado, ya que los investigadores de PETA Asia documentaron una crueldad atroz hacia las ranas en cada instalación seleccionada al azar que visitaron en Indonesia.
Implicaciones ambientales de las ancas de rana
Las consecuencias de esta industria van más allá de la crueldad infligida a las ranas. Varias fuentes han demostrado que las poblaciones de ranas en Indonesia han disminuido en las últimas décadas. Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las poblaciones de ranas de río con colmillos y de ranas cangrejeras están disminuyendo. Los conservacionistas consideran que las ranas son una especie clave e indicadora, lo que significa que son parte integral de un ecosistema saludable y funcional y que su disminución es una señal de problemas ecológicos.
Si esta tendencia continúa, inevitablemente se desarrollarán problemas derivados del desequilibrio ecológico, como un mayor uso de pesticidas por parte de los agricultores porque no hay depredadores naturales de los insectos.
De las dos especies de ranas capturadas por los trabajadores en el video, solo una está en la lista del Ministerio de Medio Ambiente y Silvicultura de especies permitidas para ser capturadas en la naturaleza. Es probable que esta restricción sea la razón por la que las ancas de rana a menudo se etiquetan engañosamente para la exportación.
Muchas ranas son padres protectores que cuidan a sus crías, y estos sensibles animales sienten dolor y terror al igual que las gallinas, los cerdos y otros animales. Las ranas no existen para los humanos y comer partes de su cuerpo por placer es especista.
Ya sea un anca de rana, un muslo de pollo o una pierna trasera de cerdo, la crueldad y el sufrimiento que implica el asesinato de animales para consumo humano son los mismos.
Etiquetas mentirosas: ¿Estás comiendo especies en peligro de extinción?
Los proveedores indonesios deliberadamente etiquetan y venden de forma engañosa dos especies de ranas (Limnonectes macrodon y Fejervarya cancrivora) como Fejervarya cancrivora, aunque los proveedores que venden estos animales a distribuidores en el extranjero admiten que el etiquetado incorrecto es algo habitual y que pueden distinguir entre las especies cuando las empaquetan.
Violaciones de leyes
La industria de las ancas de rana parece estar infringiendo las leyes indonesias. El artículo 66(1) de la Ley Nº 18 de 2009 de Indonesia exige que se adopten medidas relativas al bienestar de los animales durante la captura, la cría, la matanza y el transporte. Además, el artículo 66(2) exige que los animales, en general, estén libres de dolor, miedo o presión. Sin embargo, estas instalaciones operan con cruel desprecio por el dolor y sufrimiento de las ranas e ignoran descaradamente estas leyes.